miércoles, 10 de febrero de 2010

mocoso de mierda dónde te metiste?

a él simplemente le diría que no con el gesto de la boca ese que hace: tch tch tch tch
mientras, niego con la cabeza y pongo el labio de abajo doblado para abajo y como metiéndose para adentro pegado al labio de arriba. 
la mirada en un punto fijo atrás de el, o clavada en el suelo. 

a él lo miraría en los ojos y le diría: me pódés decir qué te pasa? (imbécil) 

a él le metería un derechazo en el cachete 

le rompería la pc y el parabrisas del auto 

le mancharía toda su ropa cara 

después le daría un abrazo y le diría: curtite de una vez  

mentira, lo miraría apenas levantando los párpados mientras entra a la casa, lo seguiría con la vista en su recorrido del garage a la cocina, al perderlo de vista volvería a lo mío como si hubiera sido un fantasma y yo otro...

mentira
a él lo perdí hace mucho
no sé quién es éste pibe
no lo quiero, quiero al otro...

jueves, 7 de enero de 2010

eknad

... y de pronto te sentí detrás mío, hacíamos la cola del banco.
Yo estaba leyendo algo que hace un tiempo recuperó mi interés, cuestiones relativas a la constitución de una identidad argentina y una forma de crear subjetividades en función del sexo, específicamente de la prostitución... la zwig migdal, el registro de saneamiento de prostitutas, el tango, los partidos políticos, y lo que en mi fantasía es 1920 en Buenos Aires...ni que la historia se oliera y uno luego le ponga imagen y recuerdo...o quizá algo así como vidas pasadas.
En fin, hacía frío, en exceso. El tipo de la caja no podía parar de moquear un líquido entre lacrimoso y alérgico, creo que puteaba hacia sus adentros. Me puse la remera de mangas largas que tenía en el bolso porque no iba a aguantar esa fila y ese frío.
Por suerte tenía ese libro -hacía 3 horas había pensado que era una pelotuda porque me había olvidado de sacar el libro del bolso y me hacía peso al pedo- que me alivianó la cola en el Banco Nación.

-en éste momento soy mucho más real-

Sentía que leía sobre mi hombro y entonces le di existencia. Pero no leía, miraba, estirando el cogote y las puntas de los pies -aseguro que en ese instante sintió partes de su cuerpo que tenía olvidadas-, las cajas. Más bien, se precipitaba sobre mi hombro tratando de acelerar la historia.

Y lo oí y me ericé, fue tan honesto. El tipo gruñió.

Que los nativos andaban en bolas y que los conquistadores, pretenciosos de otras cosas, le invetaban noblezas al ser humano. Noblezas y artilugios que obligaban a la aculutración y exterminio. Es decir, darles, a los originales, la libertad. El primer capítulo era verdaderamente aburrido y poco original. Se encuentran formulas que suenan armónicas y de pronto tenés el ruido de caos vehicular en tus lectura... Como sea yo estaba leyéndolo, con lo cual la crítica no tendría lugar.

-últimamente no entiendo nada, por suerte hace dos días me relajé lo cual probablemente se deba a mi situación menstrual-

Era una heladera llena de viejos...el Banco Nación. ¡Tienen una tarjeta Nativa!...mamá
Pero el tipo me cortó el aire en seco,me devolvió el pálpito. Oí un gruñido tibio en mi orjea derecha, esaba detrás de mí, excitado como un perro.

El hombre gruñió y en silencio profundo se lo agradecí.

Me tocó pagar, mi voz gangosa me dio seriedad y el trámite se ultimó en segundos.

Salí y hacía calor, caminé sacándome la remera, me miraron las tetas, hablé con un hombre con rasgos del altiplano -lo supuse boliviano porque vendía ropa "trucha"-, el hombrecito se puso blanco para la nena que acompañaba a su madre por cabildo, llegué, dejé la puerta abierta para que entre luz por la escalera, entré y escribí un mensaje que pegué a la boleta del banco y aporé en su computadora para que lo vea cuando él vuelva. Cumplido mi horario partí.

Me había quedado sin APÓSITOS -ey juli, eso es para vos- asique entré a la primer farmacia que vi después de farmacity y me compré unas super adaptables a la forma femenina, ergo, al concha -algo que a él le fascinaba mirar: la forma que quedaba en mis toallitas-. Como no tenían mi obra social y sí "peros" por mi falta de duplicado, pagué, no respondí y salí del local. Sabía que en la próxima esquina tenía otra y que podía comprarmelos lo mismo sin el duplicado. Ahí hablamos de la adicción al cigarrillo, la cola era para pagar facturas y la mujer necesitaba charlar con alguien. Se ha perdido el hábito de saludar al comerciante del barrio. Farmacity está a la vuelta... En esa farmacia solo yo hacía honra a la labor bioquímica-comercial de esas personas de blanco mal ubicadas en la ciudad. Todavía no entiendo qué es un farmacéutico, ¿qué decisión es esa?
A mí me convino, me llevé lo que necesitaba. Ahora hay que ver si quiero tomarlo.

-de pronto salió del embudo como un pedazo de cera que taba la audición, es como que sus mandíbulas dejaron de rechinar conscientemente dando lugar a otras cosas...-

Por Moldes yendo de F.Lacroze hacia Juramento hay un telo sobre la mano derecha, lo que explico es caminando a contramano de los autos. Mientras pasaba por ahí mi fantasía encontró los argumentos perfectos para explicar metidas de pata, claro que si se usaban en demasía eran realmente una metida de cuernos...Seguí de largo hacia mi objetivo y en el medio, me crucé al tipo que metros atrás vi salir de un corralón al costado de las vías del tren que pasa por colegiales y no es el urquiza. Le vi la cerveza en la mano cuando lo miré. Me había cruzado a él y a una vieja que levantaba ofertas de supermercados de la calle y las examinaba de costado, como si se hubiera quedado a medio camino entre agacharse y erigirse... El tipo cruzó Moldes, camino unos pasos atrás míos. En la esquina yo frené para cruzar y el dobló, y ahí fue cuando dijo lo de meter los cuernos y el telo y ojo que se hace realidad. No pude sino mirarlo y, como la vieja, de costado, le busqué la gracia... no, la gracia no, la magia (ella de la oferta, yo de la necesidad de su humanidad). Por eso le vi la cerveza, que después, cuando me asomé dando unos pasos marcha atrás y estiré el cogote como el gruñón del banco, compartía con otro flaco, un poco más joven.

Me fui, llegué a mi casa, me fui, llegué a la ginecóloga, me fui, llegue a mi casa, me fui y llegue a un lugar fantástico al lado de otras vías. Un galpón gigantemente largo llenos de deshechos escenográficos y las telas y arneses por los que iba.

-tanto más real que sin querer veo mi pie. Tiene de esas manchas rojas de pie que uno ve en las personas vivas, tiene las sombras de un pie andado, sombras y mugre. Es una imagen de pie adorable.-

Hallé otros ojos, y puta madre que se pegaban. Eran enormes, casi como los míos. No les entendí nada. Estoy tan aca que no hace falta existir.

martes, 15 de diciembre de 2009

un libro de autoayuda por favor...

Tengo una desazon muy grande. Sigo sin poder creerla de hecho.
Varias veces, y no sin razón, se me ha acusado de esquiva, de errática e inestable. Algo así como esa persona que puede estar y no a la vez, pero que en verdad no está fisicamente.
Aquello que algunos pudieron sentir como un rechazo tiene otra definición más allá de su mera apariencia. Y digo "definición" para tratar de ser clara, o quiza -siguiendo el juego- más tangible. Eso es en verdad una sensibilidad muy grande, no de la poética, sino de piel o de respiración. Me resulta extremadamente sencillo captar los matices de toda expresión humana del cara a cara, lo cual no es una gran cualidad si no se sabe nadar, más bien flotar, sobre la superficie.
Mi error quizá radique en un ego inmenso, que todo lo toma personal. Bien, no soy una esquizofrénica, no tengo mucha alternativa.
De pronto descubro lo temido, la falsía en un carácter, en varios. He allí la desazón pues, si bien lo he entrevisto antes pudiendo evadir la triste circunstancia, parece que he apostado a algo más. Será que la costumbre se inclina a darle ventaja a lo malo conocido dado que el temor a que lo bueno se vaya es más fuerte? No lo sé. Es una hipótesis.
Sí, que he estado buscando los quiénes con quien debatir mis monstruos y me he dado la cabeza contra una pared, y eso de la mano de una autocatapulta que me dediqué a construir...al cuete.
Vengo comprando cuentos, muy eficaces, que relatan las jóvenes vidas de los nuevos productores sociales, claro que lo hacen de formas disfrazadas, de lo contrario no serían más que una fotocopia el uno del otro. Los cuentos digo.
En éste momento encarno a un ser un poco pelotudizado en su necesidad de organización y trabajo. Pero vaya! Parece que lo tenía en germen incluso...
Lo cierto es que no dejo de sentirme como el culo respecto de mis vínculos, de aquello que se mal denomina "afectos". A mí todo me afecta y dudo que sea taaaaaaan conectada con la vida...
Seré concreta. He buscado a dos amigas para hablar con ellas, para acurrucarme en ellas, y no he obtenido sino evasivas. Cual bumerang, verdad?
Pero son unas evasivas de otro tono. Se me dice que "si bien todo ha cambiado ella siguen estando"...La fallutez queda desprovista de ropas y al desnudo de esas mujeres lo odio. No son vaginas, son pijas dobladas en 3 pedazos, dos labios y un clítoris malogrados femenina y masculinamente.
Veo allí dos seres que repudio y entonces tanto más me atrapan en bronca y odio. Oigo palabras vacías y me siento engañada, defraudada. Van cayendo los soldaditos al frente y me quedo sola en la batalla conmigo misma, con mi terreno. Tengo todos los horizontes...a cualquiera puedo correr, pero estoy clavada en el medio. Una suerte de compas que se abre de gambas hasta que no da más. Entonces proliferan ortopedias y me creo que "ahhhhh al final éramos amigos, nos queríamos, oh! cuánto encuentro!". Así inestable, entre esa urgencia y repelencia por los otros me hallo hoy.
No se reduce a las amistades, pero realmente necesito amigos y se abre de cuajo una herida temprana...
No lo sé. Tampoco salgo a buscar nada y nadie, es como si supiera o creyera que nada hay allí por encontrar, con lo que conectar. Es que...REALMENTE NO LO HAY. Es un calambre...en el querer claro.
Entonces mi pesar deviene en el de aquellos solitarios que se saben imposibles en las formas anheladas (acaso producto del consumo, del imaginario, o de vaya a saber uno qué extravagante mecanismo de control social...), y no me agracio de mi misma...la repulsa deviene intrínseca. Parecido a la sombra del objeto que cae sobre el yo, eso que Freud denomina melancolía, pero sin ser una de esas enfermedades de otro siglo...
No lo sé... tampoco creo en la vacuidad de los existencialismos...claro, elijo comer cereal de avena para cagar. Pero no me sirve, bonita armazón gramatical, insisto, no me sirve. Las doctrinas no calman. Anxiolíticos? No, tampoco...
Encuentros, risas. Cosas de verdadera entraña, olor a sangre. O mejor, sabor a sangre. Alguna vez me tragué una gotita de alguien más y lo creí parte de mi carne....BO.

Como el gato que me salta a la falda o el perro que ignora mi reto. Como los pedos de mi abuela y la muela negra de mi novio. Como el tobillo torcido al tropezar hoy a la mañana, y la puta uña que enganchada deja la carne viva al ras del aire. Como la necesidad de dormir y la sensación de libertad que trae el clima caliente al cuerpo... mejor dicho, como la transpiración.
Es verdadero que no tengo nada que hacer allí, y ustedes....tampoco aquí. O sí?
Si tan sólo hablaran...

jueves, 18 de diciembre de 2008

caca de langostino

El sol las acongoja todas las tardes. No hay manera de ser plenas en él, en la curva de su decaimiento. No hasta las 5 o 6 de la tarde cuando se hace radical el cambio, la puesta. En el mientras viven entre dos planos y también sobre ellos, vidas comparables a los momentos que un período sonoro delimita. En esa oscilación el mareo es vertiginoso cuando el sol pega fuerte, sea invierno o verano, con o sin calentamiento global.
El deseo de formar parte de un algo las persigue. El deseo de disponer sus vida, en ellas.
Por ahora son sus putas.
“La sensación es completamente carrasposa. Por un lado quiero que escribas por otro me agotás." "No me parece que tengas mucho que decir y que si el silencio es tu mueca tampoco habría jugo." "No sé si te da el pulso o soy yo que ya convalecí.” Plantearle una cosa así era el sincericidio mismo. Pánico. No se animaron jamás a seguir su deseo, era demasiado consciente hacerlo. Ellas sostenían que al deseo no se lo persigue, se lo encarna.
La urgencia del instante donde aparentemente algo novedoso se perfila deleita pues, en unos instantes ha de morir. Quizás por eso perturbe la tarde, el trastorno viene siendo por la permanencia prolongada. Y no es esto una apología de la inestabilidad. Jamás. Esas tensiones de opuestos ya son sosas, ya son duraderas…Su historia también agota.
Algo así como la intolerancia.
Lo más absurdo es que en una plenitud diferente pero igual de viva -la del aburrimiento- se metían en páginas de internet según un escueto azar: cualquier link viejo. Del agujero para las direcciones web que tiene el explorer sale el futuro inmediato, van directo a “looks just like the sun”, bss. Sube Claudia, les interrumpe ésta idea.
¿Será que en el horario de la tarde se esconde uno de esos secretos sacros? No saben, la abulia lleva a más facturas. Mientras putean porque las comen.
No piensan con claridad. Se apresuran a capturar algo de lo que atraviea sus frentes porque oyen el motor del auto; ella, la otra, llegaba. Eso era perder cierta intimidad.
Ahora escuchaban desde afuera que las llamaban a medio sonar…quizás no era a ellas.
Una optaba por abstraerse y, el cansancio por las iteraciones precipitaba a la otra en la atracción que el tercer ojo ejercía para sí mismo. Una había dicho que tenía que pensar menos…o diferente…Lindas palabras pensaba la otra, ¿me explicas cómo?, seguía preguntándole. El registro de sus cuerpos era infernal. Inmenso y entonces, infernal. La intoxicación por distintas vías se sentía en pesadas ojeras. La mitad de sus articulaciones por demás recalcitradas no se movían. No había voluntad, el sol estallaba, y la excusa era un trabajo que no les dejaba nada.
Fácil. Esperable. Más de lo mismo.

sábado, 20 de septiembre de 2008

naci acolateralizada: ananá con azúcar y mate sin efecto (nota: la próx. leer todo variadamente)

un amigo músico de Tortura tiene una hermana con historia que otro día me cuenta

un día que después de un buen rato descubrí diferente a lo que viene siendo hoy, aunque, podría hacerlo ser ese bendito día....

pero no
hoy estoy pensando...y Tortura, nada indulgente me atraviesa el tímpano y la paz -porque todavía no es domingo pero ya anochece como cuando llegamos a "la carreta" después de yirar con muzzu y comprar sin saberlo tomate concentrado para una otra historia, una de un arroz más chirle y bajonero que chachi cagado y huyendo por el comic de la interpol + su telepática madre + el señor vendedor que seguro nos odió aunque sea un rato como el que me llevó descubrir que hoy no era el día de la historia porque Tortura, nada indulgente, me atravesó el tímpano y la paz (del sábado)- : "¡olvidá tus expectativas!"

eu (sorna)"...no la tenés hecha... muestra gratis de autoexigencia ..."

t (ráscandose la etiqueta) "olvidálas te digo, no es algo imperial ni imp"

eu (interrumpo) "ni urgente..." pienso, AHORA en nico: ¿y contingente? ¿y necesario? ¿y eso con mente al final en sus xxxxx versiones?...¡¡qué sé yo sillitti!!, ni pal magma ni pal microscopio tengo entrada

t (baja el timbre, no hace frío)"claro, ni urgente.."

eu "...."

t "...." "...."

eu "...." "...." "...."

t "...." "...." "...." "...."

eu (ah ¿si?)"......................................"

t "te dije que no te voy a contar"

eu "no, me dijiste otra cosa"

t "..."

eu "me dijiste que"

t (interrumpe, creo que me está por pegar) "OLVIDALA"

eu (PÁNICO) (si hay pánico "no" hay reacción, me cuento a mí misma por las dudas ¿sí?)

t "no, ene o es no" -¡oh! las madres-

eu (malísimo) (reacción en gesto o al reve "gesto en reacción", acá da igual y te lo comento lo mismo; ¿entendés? malísimo)

Me miró con cara de orto, le cebó un mate a la nada y se fue.

Escuché música-hitchock de fondo -"ui ui ui" NO, otra- y me fui a hacer pis.


viernes, 19 de septiembre de 2008

nace de llegar teatralizando un hiato en la gula



y es lo que encuentro en la heladera...
de ahí en más lo que suceda no es otra cosa que una resultante lisérgica
viene siendo lo mismo a no cargar con ésta responsabilidad

azucar arriba para que quede más amargo y dulce, y en el medio para pasar el rato

con la cebolla

no dejar de ser sssstandart -muy diferente al stand art ajeno al mxlbx-stand ...- es la consigna

huevo por todos lados para realizar la coaccion que en el fondo tragado no es otra cosa que el rebote enfurecido
del estrépito surgiendo
del conocer el propio limite corporal...
del et (er)

y no, no soy un potencial electron....no soy un pez desplegado en todo un/EL charco, si no ¿para qué corno quiero el huevo crudo antes del horno?

porqueeeeeeee efectivamente, abrí la heladera y me lo morfé -¡adjetivos no no!-

hablo en serio
y de vuelta, no me hago cargo

por eso surge, y nomás que eso EH

igual, me cambió el gusto en la lengua, ¡graciaaaaaaaaas soufflé!